Conversaciones de verano, cuyo año
no quiero acordarme.
Yo: ¿Te acuerdas cuando era chiquita y me dijiste que no me ibas a abandonar nunca
Él: Si, era
cierto. Cuando eras chica la relación entre nosotros era diferente.
Yo: Por qué no puede ser ahora la
misma? Quiero volver a ser chiquita y donde los problemas no me afectaban de
esta manera.
Él: Pero ahora creciste. Tú una vez
me dijiste que, si ya no pasabas más tiempo conmigo como antes, es porque
creciste y las cosas cambiaron.
Yo: Si, pero si yo no tuviera todos
estos problemas de ‘adulta’ nuestra relación seria distinta.
Él: ¿Por qué te estás haciendo esa pregunta ahora? Las cosas
cambiaron y nuestra relación se vio forjada a hacerlo también. Pero esas son
cosas que pasan en la vida y no es que este bien ni mal.
- Silencio incomodo -
Yo: Capaz ya no me hables con la
misma frecuencia de antes, ni me abraces todas las noches incluso cuando hace
mucho calor, pero me prometiste cuando era chiquita que seguirías estando
conmigo y eso es verdad. Sino hoy no me hubieses abrazado ni besado en la
cabeza. Sino no me hubieses permitido calmar tu llanto y acompañarte en tu
angustia.
Distintas formas de estar que uno
entrega y el otro tiene que respetarlas porque así funciona el amor. Tal como
funciona nuestra amistad…