Mi foto
Yo amo, Japan

Leéme


martes, 13 de marzo de 2012

Queriéndolo todo pero obteniendo tan poco.
He estado observando desde lejos lo que pasa por mi cabeza; no quiero involucrarme aunque sé que debo. No puedo cambiar los hechos; la soledad está aunque la haga a un costado e intente que permanezca sola -como su palabra indica-
Pero es una soledad tan extraña, viene hacia mí para complacerme, para hacerme sentir única... ¿Aún no entendiste que la vida en soledad no es lo mismo?
Han pasado tantas primaveras, luego inviernos y ahora el Sol renace de nuevo. He pasado tanto frío, y tantas heridas han quedado expuestas a las críticas que mi completa vida fue condenada en los tribunales de las miradas externas.
¿Y el juez?, ¿Yo? No. Intento no serlo pero... sí, sí, lo sé... a veces pasa. La vida pasa, ¿no?
Pues no: no quiero que le den uso a mi libertad sin poder elegir.
Todavía me pregunto, dónde guardaste mi amor propio. En qué rincón de la cocina, o del cuarto tal vez.
¡Corazón, corazón, qué será de Dios... de MI Dios!
Todavía me pregunto en qué me perdí, con qué razón, excusa o motivo. A dónde fui a parar todos estos años. 8 años, ¿no? Lo sé, sé que no te gusta que los cuente pero los tengo marcados en mi cuerpo y no puedo borrarlos.
Fueron tantos años, querida, que ahora cada pequeño y estúpido detalle me devuelve la vida, una satisfacción indescriptible.
Lo prometo. No más preguntas. Más vida.