Me había prohibido sentir algo...cualquier estilo de sentimiento por algún hombre. Tenía planeado, asesinar con la mirada a cada uno que necesitase y me diera la ganapra usarlo y deshacerlo a mi eterno placer. Deseaba saborear el deseo ajeno. Estuve con algunos hombres, incontables, miles de los que no recuerdo siquiera el nombre y odie a cada uno con una calentura en el cuerpo que no me permitía pensar, que me rocorría como una corriente eléctrica infrenable. Sí, soy un poco perversa y por qué no confesarlo, he disfrutado dejando a hombres queriendo más de mi que no cedí. Quito lo que no me dan y a estas alturas, me es indiferente lo demás. Puedo ser desde la persona más dulce e inocente con la que te hayas chocado, como también la más peligrosa y envenenada que nunca debiste haber probado. Me acuerdo de mi primer beso (que tiempos) , fallido y quitado en una disco, de un chico que no conocía, del que ni recuerdo el nombre. Todo por una apuesta que nunca se me pago. Y sí, perdí mi niñez, sentí que me quitaron la poca delicadeza que me quedaba. Me han demostrado que el amor mata y desde entonces, desde que me han matado y he resusitado, en otro cuerpo, con otra personalidad, con otra forma de ser que nunca volverá los años que han pasado, no me he enamorado de nadie. Hasta ahora. Hasta ahora que has quitado vigencia a mi forma de ir de lado a lado sin atarme a nadie.
sábado, 14 de agosto de 2010
Me había prohibido sentir algo...cualquier estilo de sentimiento por algún hombre. Tenía planeado, asesinar con la mirada a cada uno que necesitase y me diera la ganapra usarlo y deshacerlo a mi eterno placer. Deseaba saborear el deseo ajeno. Estuve con algunos hombres, incontables, miles de los que no recuerdo siquiera el nombre y odie a cada uno con una calentura en el cuerpo que no me permitía pensar, que me rocorría como una corriente eléctrica infrenable. Sí, soy un poco perversa y por qué no confesarlo, he disfrutado dejando a hombres queriendo más de mi que no cedí. Quito lo que no me dan y a estas alturas, me es indiferente lo demás. Puedo ser desde la persona más dulce e inocente con la que te hayas chocado, como también la más peligrosa y envenenada que nunca debiste haber probado. Me acuerdo de mi primer beso (que tiempos) , fallido y quitado en una disco, de un chico que no conocía, del que ni recuerdo el nombre. Todo por una apuesta que nunca se me pago. Y sí, perdí mi niñez, sentí que me quitaron la poca delicadeza que me quedaba. Me han demostrado que el amor mata y desde entonces, desde que me han matado y he resusitado, en otro cuerpo, con otra personalidad, con otra forma de ser que nunca volverá los años que han pasado, no me he enamorado de nadie. Hasta ahora. Hasta ahora que has quitado vigencia a mi forma de ir de lado a lado sin atarme a nadie.