
Pienso: "Te necesito". Y no se ni siquiera si soy sincera pero justo ahora, me doy cuenta de que es así. Y quizás en cinco minutos ya no te quiera más pero ahora te quiero y necesito como a nadie. Estoy en el baño, vomitando. Y me duele el pecho y las arcadas me hacen vomitar como si no necesitase provocarmelo. Es como si pretendiese vomitar el dolor y todo aquello que me hace mal. Es posible que este demente. Me gusta pensar que estar demente no es algo malo, sino algo que me hace única en mí, mi locura es lo que soy. Y querría que tus brazos me abrigaran, que tus besos me sosegara y tus caricias me durmieran. Pero solo escucho el silencio porque en casa no hay nadie. Y me miro al espejo y noto que mis huesos no se notan lo suficiente, que nunca es suficiente y te me vienes otra vez a la mente diciendome que soy hermosa así y sonrío aunque este llorando, me duela la garganta e incluso ya no desee vivir más. Y pienso, esta vez susurrando como esperando que alguien me escuche: "Ojala me salvaras, porque yo ya no puedo ni creo querer salvarme...". Y mi voz resuena en las paredes. Y sigo: "...pero se que no vas a hacerlo, porque si vas a salvar a alguien, va a ser a ti mismo". Y aunque lloré mas fuerte, nadie me escuchó.
Hoy necesito más que nunca a las personas que realmente me hacen sentir viva. Sinceramente he comenzado a sentirme tan sola como hace 3 meses atrás.