
Supuse que la vida estaba empezando a brillar un poco. El dolor habia dejado de ser amargo, había dejado de punzarme el corazón y rasgarme el alma. En un lapso muy corto de segundos la gente había desaparecido. Derrepente todo parecía ser un verdadero abismo del que no tenía ganas de correr. Derrepente no sabía si valía la pena seguir corriendo a semejante ritmo. Decidí parar. Decidí que ese dolor parara y con él, el tiempo mismo.
Miedo, miedo, miedo..Siento que si lo paro sería lo mejor. Todo lo bueno se aparta de mi y lo malo viene a mi =/