Empecemos.
Hay veces que uno se sienta a escribir con miles de ideas rebotando dentro nuestro. Tenemos mucho por decir, pero poco por transmitir. Nos trabamos frente a la hoja e intentamos hacer un esfuerzo por revivir todos nuestros pensamientos. Lo primero que pensamos es: ¿Va a ser un texto positivo o pesimista? [De nuevo, el pensamiento blanco o negro]
Hay textos neutrales, que no dicen nada pero a la vez a interpretación de cada uno, lo dicen todo. Pero esto ya parece una clase de redacción literaria y esa no era mi idea.
Claro, siempre que quiero hablar sobre mí termino divagando sobre el infinito [el cosmos jaja] o cosas abstractas filosóficas y sin sentido. ¿Será algún modo de protección? (protección contra lo que no quiero ver, claro). Sí, puede ser.
Supongo que lo que quería transmitir bien adentro mío (pasando el subconciente, a la derecha) es que hay veces que pienso cuerdamente y elijo "lo correcto". Hoy creo que es un ejemplo.
El otro día una me preguntó ¡Vaya a saber uno qué es lo correcto! y es una pregunta interesante pero sacando las millones de posibles respuestas, sabemos que la verdadera es: Tú sabés qué es lo correcto
Así que sin más divagues respecto al infinito y los cosmos, me voy a hacer lo correcto.
=D.