Aveces soy yo la que escapa a la mirada, es el miedo a la desepción, a que este corazón quede dañado.
Unto las palabras con
mis propias lágrimas para satisfacer mi necesidad de crecimiento. Sé que
puedo permanecer aquí, escondida entre mi propio yo, evadiendo el
afuera.
Siempre puedo pero ¿Es eso lo que verdaderamente quiero?
Enroscando las respuestas hasta tornarlas a mi favor; pero son solo excusas.
Podría repetir todo el proceso de nuevo, salir del cascarón aunque continuaría eligiendo el adentro.
Por dentro todo oscuro y seguro.
Por fuera todo brillante e inseguro.
¿Dónde hallar mi lugar con todos estos escondites?
Mi corazón, eterno corazón
insaciable. No te quedes en el pasado y presente, avanza. Mira hacia
adelante, de frente aunque pierdas todas y cada una de las batallas. Ten
dignidiad pero entiende que hay momentos donde hay que llorar, despedirte ( aunque sea doloroso), enfrentar y
desplorarse frente al mundo. Gritar. Correr.Esconderse. Pero luego sal
no te quedes escondido
Mirate las manos que con ellas contruiras tu futuro o mejor dicho, el día a día.