Supongo que no es bueno soñar. No son tiempos para soñadores o quizás no son tiempos para mi. Siempre creí que si uno tenía sueños conservaba un poco de esperanza, un motivo, una justificación, algo que nos llene el vacío hasta cuando parece un abismo sin final. Siempre creí que luchar por lo que uno ama vale la pena, que dejar hasta el alma en esas pequeñeces, en esas batallas valía la pena. Siempre creí que mantener los pies sobre la tierra significaba seguir viva, respirando y disfrutando fuera lo que fuese que la vida nos diese. Siempre creí que algún potencial tenía y que valía más que todos mis defectos juntos, creía que siempre al final de la historia cuentan más las buenas que las malas. Siempre creí que era capaz de amar sin dejarlo todo en el camino, que era fuerte, que nunca me derrumbaría. Siempre creí que podía con los problemas, con las crisis, con la muerte, con los extremos, con el vacío...Y lo cierto es que, me equivoqué en todo. Todo parece ser un mísero error. Yo soy el error.
Hay hay hay … Sólo quiero pensar que todavía se puede. Pero tengo tanas preguntas sin respuestas…
