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Yo amo, Japan

Leéme


martes, 27 de octubre de 2009

Hoy, ha sido un día “raro”. Así lo llamaré. La muerte de alguien tan cercano te hace ver lo importante que tienes en la vida, pero te quejas de ello. Te echas medio mundo entero encima, te culpas, lloras, quieres todo mientras otros no tienen nada. Así me catalogue, hasta hoy. Perder a alguien muy cercano que un día está bien, repartiendo sus consejos como siempre y al día siguiente no lo veas más vivo, si no un cuerpo inerte tirado y velado a la tempestad de toda la gente que también llora su ausencia. Es así como uno se da cuenta las cosas que no valora y piensa que todo NO es una burbuja. Son cosas que tú no te das cuenta, hasta que vez a alguien muy cercano lo siente y reacciones. Quiere, acepta y convive con ellos, son importantes.

Nunca te soltaremos la mano, poh eres como mi hermano y sabes que estamos contigo en las buenas y en las malas. Se lo que vales, lo demuestras día a día aunque no lo sientas. Tus ojos dicen mucho más de lo que crees. Todo lo bueno que vendrá aunque parezca lejos, nunca estarás solo. Si alguna vez sientes la necesidad de llorar, te daré mis hombros y que un abrazo de amistad, demuestre el inmenso cariño que te tengo. Todos tus amigos, estaremos a tu lado pase lo que pase, juro que el destino no nos cambiará de rumbo y no desgastará este precioso regalo del cielo que es tener tu sincera amistad ahora más que nunca.