
Te odié por ser realista, por que cuando nos conocimos no eras capaz de despedirte, porque tu actitud era petulante, por no darme razones cuando te sientes mal [y aún lo sigues haciendo]. Te odié por no dejarte que te acompañe, porque a veces empezaba a extrañarte por ser realista, porque eres único. Porque con poco tiempo conocí que eras diferente. Porque a veces se siente que ya no estás. Sin embargo que patética odiarte por esas tan simples que para mí fueron importantes. Ahora es hora de decirte…
GRACIAS
Por ayudarme a ser lo que soy. Gracias por no abandonarme cuando me tornaba intolerable. Gracias por entenderme día, a día y querer solucionar mis problemas. Gracias por haber escuchado mis llantos y mi dramática voz entristecida. Gracias por hacerme sentir alguien. Gracias por saber que soy alguien. Gracias por arrebatarme cada día una sonrisa. Gracias por tus palabras de consuelo que siempre me ayudaron y sobre todo fueron realistas. Gracias por todo lo que hiciste y haces. Gracias infinitamente, Por todo. Ahora soy yo la que te pide que confíes en mí, que no estás solo. Que te quiero, que para mí eres un amigo, aunque no te pueda ver eres parte de mí. Confía en mí. Nunca te dejaré, eres una especie rara en extinción (: , aunque nunca me tomes en cuenta o tal vez diga que solo es por compromiso.. TE QUIERO Y CUENTAS CONMIGO.