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Yo amo, Japan

Leéme


lunes, 6 de abril de 2009


Como vivir sin morir en el intento. Hoy un intento de pasar un lindo momento, terminé mal. Ella directa llamando a un comisario para hacer una denuncia porque su hija ayuda a su padre. Qué gran control que tiene sobre mí. Qué gran madre, fue a hacer una denuncia para que obliguen a su hija a ir a un lugar que no sé qué mierda.. ¿Dinero?.. ACEPTO que sí me molesta si separación pero ha que ¿tú? Que mierda. Deja ser feliz, porqué no solo puedes vivir del que algún día amaste si no vive de tus placeres me das pena. Ya no sé qué es lo que sienta en verdad, solo sé que me siento mal, por todo esto que pasa.. Que sana familia en la que vivo, recién acabo pude entender el propósito de tu denuncia. No era por preocupada, no le importaba si a su hija la estaban podrida por dentro. NO.Nada de todo eso pasaba por su cabeza. Me molesta que me quieras tan poco y me odies tanto. Que por lo menos demuestre eso. Con papá mi relación es mucho más simple, el no pregunta, el no sabe, no está y no tengo tiempo para pelearme con él. Mama suele hacer de mi vida un infierno. Aunque sea dificil admitir y decirlo, es así. No puedo luchar contra eso. Ella me quería psicoanalizar y saber todos mis secretos, cuando miento y cuando no, que hago y que no, por qué su hija es callada y malhumorada cuando está con ella, por qué siempre que intenta hacer algo bien, terminan peleándose. Yo tampoco entiendo mamá. Perdóname por ser esto que soy. Por ser rara y especial, más que tu otro hijo. No se conque fin termina todo esto, todavía no se por qué cada día sigo con la esperanza (ingenua!) de que las cosas pueden cambiar. De que algún día voy a despertar y mamá me va a amar por mi forma de ser (superficial), que papá va a estar para abrazarme cada mañana o pasar con él (estoy harta de los que se quieren pasar de mí), que tu hijito es feliz, camina y habla.


Mamá. Esto es lo que queda de mí .Una imagen sin reflejo ante el espejo, una voz sin eco, mi silencio rebotando en cada rincón. Mis manos intangibles a todo menos a tu ausencia, al espacio que dejaste vacío a mi lado; mi cuerpo casi roto de tanto dolor. Y mis ojos, que ya perdieron su color. Lo que queda de mí después de ti mamá.

Casi soy una nada, pero todos tus recuerdos, todas tus imágenes no se quieren ir, ¿algún día te darás cuenta cuanto dañas a tu hija? La mitad de mis sueños ahora desilusionados, la mitad de mis ganas casi desganadas, la mitad de mi vida ahora casi muerta. Y mi corazón que fue arrancado de mi cuerpo el día que dijiste YA NO SOY TU MADRE. Esto es lo que queda de mí después. Miles de palabras guardadas en un cajón. Cuántos recuerdos para recordar, para sufrir, para llorar. Cuántas lágrimas que se pudren sin secarse. Será que tengo el resto de mi vida para llorar. Esto es lo que queda de mí. El espejo que ya no me refleja, mis manos sin tus hija te quiero, las veces que en tus sueños me escondí para ser una buena hija, hice todo para que te sintieras a ver tenido una buena hija y ¿Qué? Lo que queda de mí después de esto. Una vida absurda que sin rastros te busca, una esperanza desesperanzada que sigue por seguir, un día sin nada de especial porque ya no te tengo y el peso inmenso de que no soy tu hija que algún día diste a luz. Lo que queda de mí solo son miles de sueños ahogados en un mar de abandono. Mis lágrimas caen sin secarse, mis ojos te buscan por todas partes y mi vida reclama la presencia de una madre de un amor.




Necesito eso. Alguien me regale un sueño, unas palabras de aliento de verdad, de que solo me diga que todo va estar bien. Porqué simplemente hoy NO puedo más.